El solsticio de invierno llega el 21 de diciembre y marca el día más corto y la noche más larga del año. Es en este momento cuando el sol está en su punto más bajo en el cielo.
La oscuridad que acompaña a la noche más larga del año brinda una hermosa quietud antes de que el Sol comience su nuevo ciclo solar. Esto nos bendice con un gran tiempo de crecimiento, reflexión y transformación.
Mucha gente no se siente cómoda en la quietud. Sienten la necesidad de moverse rápidamente para tratar de evitar ser atrapados por las mismas cosas de las que intentan huir. Miedos, recuerdos, emociones, ideas: son evitables, pero todo tiene un costo. Cuando huimos de las cosas que nos asustan huimos de nosotros mismos, huimos de nuestra verdad y huimos de lo que es. Es muy importante tomarse el tiempo para aceptar la oscuridad.